ZEN ART
Todo está conectado.
Durante la cuarentena nos inspiramos. Experimentamos oscuras emociones. Nos despedimos de viejas versiones.
Descubrimos nuevas identidades. Cayeron estructuras. Se levantaron otras. Y sentimos en carne propia cómo: todo-está-conectado. Cada individuo. Ciudad. País. Ecosistema. Cada respiro, está conectado.
En medio de esa aparente soledad, de ese aislamiento experimentado estaba más claro que nunca que somos parte de un todo y que el todo reside en cada parte. Esta muestra es producto de 86 días en una habitación, con el río de testigo y un romanticismo apocalíptico en el aire.
Todo-está-conectado. Y siempre lo ha estado. Ahora lo sabe mi mano”